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Salomé Montero Solís es vecina del cantón de Dota y recientemente logró la oportunidad de participar de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático mejor conocida como COP27, la cual tuvo lugar en Sharm el Sheikh, Egipto, en noviembre de este año.

Montero participó como parte de la delegación de Costa Rica, la cual estuvo compuesta por alrededor de 45 personas y menciona que parte de sus funciones dentro de esta cumbre consistía en participar de las salas de negociación intercambiando y evaluando criterios sobre la posición de Costa Rica así como la de otros países participantes respecto a cambio climático, como parte del Cuerpo de Negociadores de la delegación.

Experiencia Harvard

Salomé destaca que uno de los puntos que más le congratula es la inclusión hacia los jóvenes en este tipo de espacios, pues no solo participó de la COP27 en paneles sobre mujeres y jóvenes en agenda climática, sino que también obtuvo una beca para asistir a Harvard a participar en una capacitación de alto nivel sobre negociaciones, previo a la COP27, la cual, según esta joven de 25 años, no suele darse a personas menores de 30 años.

Salomé Montero se refiere a la capacitación recibida en la Universidad de Harvard

La participación en un arduo proceso de selección en la Organizacion Climate Reality Latinoamerica fue lo que permitió a Montero y otras tres mujeres jóvenes asistir a esta cumbre. Además, esta joven doteña cuenta que tuvo la oportunidad de conocer a Albert Arnold Gore, ex vicepresidente de Estados Unidos durante el mandato de Clinton, y además fundador de Climate Reality, organización que permitió la participación de esta doteña en la cumbre:

«… Yo soy egresada de Negocios, y actualmente me encuentro estudiando un diplomado en Desarrollo Sostenible y Derechos Humanos. Desde muy joven siempre he tratado de involucrarme en iniciativas y espacios de incidencia relacionados a conservación ambiental, impacto social, y cambio climático; y en esta ocasión asistir a la COP27 significó vivenciar el funcionamiento de uno de los espacios quizás más importantes de toma de decisiones e interacción entre actores clave para progresar hacia un futuro realmente sostenible y justo» añadió Montero.

Salomé Montero junto a Al Gore, expresidente de Estados Unidos y fundador de Climate Reality

Responsabilidad colectiva

Montero menciona que si algo le queda claro después de esta experiencia es la necesidad de que converjan esfuerzos colectivos y la participación activa de los ciudadanos:

«…un mensaje que me gustaría compartir es que ahora más que nunca necesitamos que exista convergencia entre las instituciones públicas, el sector privado, las ONGs y la sociedad civil si queremos caminar hacia un futuro limpio, resiliente, justo y seguro, que no deje a nadie atrás. La acción climática no debe ser una tarea exclusiva de la Convención del Gobierno de turno, o de quienes tienen mayor responsabilidad en la crisis; sino que debe ser un asunto de todos y cada uno de nosotros, desde nuestras posibilidades.

Todos nosotros, además de ser miembros de nuestras comunidades, estudiantes, trabajadores, miembros de instituciones públicas o privadas; somos también ciudadanos que participamos activamente en darle forma a nuestra sociedad. Tenemos la responsabilidad de hacer esfuerzos conscientes para transformar nuestros sistemas de consumo y producción, y construir un sistema que nos permita generar desarrollo y resiliencia sin comprometer los recursos de las futuras generaciones. Debemos actuar con determinación, de forma colectiva, y siendo conscientes de las desigualdades existentes en la crisis climática…» mencionó.

Algunas impresiones finales de la COP27

«… Se lograron cosas muy positivas, pero no se avanzó en aspectos que eran críticos. Por ejemplo, se logró acordar la creación de un Fondo de financiamiento para Pérdidas y Daños para países en desarrollo, acogiendo las peticiones de décadas de naciones afectadas por desastres naturales que cada vez se vuelven más frecuentes e intensos por el cambio climático; pero, por otro lado, no hubo avance en compromisos sustanciales y ambiciosos para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero. Además de ello, presenciamos el número históricamente más alto de representantes de la industria de combustibles fósiles que asistieron como observadores, y esto es una clara señal de presión.

Muchas decisiones acordadas también serán determinantes para el avance en los próximos años, pero si algo es necesario por incluir, es que exista consecuencia con las acciones y decisiones: crear un fondo para financiar la recuperación de daños ocasionados por el cambio climático no es sostenible si no existen medidas más ambiciosas para cambiar realmente los sistemas y acciones que ocasionan dichos daños y pérdidas…» concluyó Montero.

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